07 enero 2007

Despertar

Hace poco tuve un hermoso sueño, y cuando desperté todo se desvaneció para siempre.

Soñé con un abrazo de arena en una playa oscura, con la luna riéndose en lo alto y la multitud sin ojos apartándose de mi camino. Recuerdo cada detalle como si acabara de sentirlo: la brisa marina helándome la piel, la humedad de la arena bajo mis pies, y el tacto de unas manos agarrándome con fuerza; el sonido del suave oleaje meciéndose en la noche, y la ciudad anaranjada de fondo, con su falsedad y sus prisas.

Y al despertar, caí en la pesadilla. Miré a mi alrededor, preguntándome cómo había vuelto, por qué estaba sola, cuándo había sucedido todo aquello. Y la bruma fue desapareciendo, y las olas ya no intentaban atraparme, y la arena se había ido, y la luna se escondía tras los rayos del sol. Y yo estaba en mi cama, ubicándome de nuevo, como cada mañana, sabiendo que todo había desaparecido, que nada era cierto, y que me esperaba un día más.

Entonces ¿cómo distinguir sueño de pesadilla? Pues es el momento del despertar el que nos libera o nos condena. Morfeo me regaló un hermoso sueño para luego castigarme con dos despertares; el primero tan real como la vida misma; el segundo, un cruel espejo del primero. Amargo es el sabor de la consciencia, cuando sabemos que hemos perdido algo que jamás hemos tenido...

Si me dan a elegir, prefiero las pesadillas. Pues cuando la tensión aumenta y ya no sabemos a dónde huir ni de qué estamos huyendo, despertamos a la paz de nuestra cama y nos decimos: "Sólo fue un sueño". Y la angustia, el miedo, el terror y la tristeza desaparecen, y nos alegramos de haber despertado, y entonces el día se convierte en el sueño reparador que buscábamos.

Sueño y pesadilla van cogidos de la mano y se confunden y se hacen pasar el uno por el otro, y vienen y van como las olas de mi onírico mar, y cuando despierto los oigo reírse de mí, pues juegan con mis sentimientos y saben que les recuerdo, y que son importantes para mí, y que cambian mi vida poco a poco. Sueño y pesadilla son reyes que yo misma he coronado y me tienen a su merced, humilde sierva de unos inmaduros chiquillos que juegan con mi mente, y yo me arrodillo ante ellos e impaciente espero la caída de la noche, cuando me muestren a qué quieren jugar.

Y el despertar es el mejor de los regalos o el peor de los castigos...

3 comentarios:

  1. Anónimo7/1/07 20:21

    Frase célebre: Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar.

    El despertar, nos devuelve a la realidad y nos mantiene lejos del sueño eterno.

    No dejes de soñar...

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  2. Anónimo8/1/07 19:27

    Hola Saya!
    Yo era una experta en sueños desde los 16 años..empezó como un juego,para mí era divertido y emocionante el llegar a poder controlarlos,tanto un sueño apacible como una pesadilla.Lo comentaba con mis amigos y familia..por supuesto pensaban que era una chica un poco rara..jajajajajaj! bueno.. pues que no me entendia nadie y empezé a sentirme un poco sola.Pasó un año y llegó a convertirse en una obsesión y para mi ,el mejor momento del día era esperar a que llegara la noche para irme a dormir y ver qué pasaba,cual era mi siguiente sueño.Dejé de vivir mi mida "real" para dedicarme por completo a mi "otra" vida.Me sentía como una heroina capaz de volar,trasladarme a lugares mágicos con solo dar un paso,enfrentarme a los villanos más repugnantes que te puedas imaginar,no existe moral alguna en los sueños..solo el instinto de supervivencia..pero los sentidos se agudizan al máximo y la angustia era insoportable.Ya sólo tenia pesadillas y sí podia controlar cuándo queria despertarme, pero eran tantas las técnicas que utilizaba que ya no funcionaban y la cosa se complicaba cada vez más.Te cuento esto porque creo que hay muy pocas personas capaces de poder controlar los sueños(bueno..eso pensamos nosotras) pero a veces siguen ganando. Yo me metí tan de lleno en esto que me olvidé de vivir mi vida "real" durante unos años.La verdad es que en esa época,para mí, era mejor no vivirla..no era un buen momento y me evadí de esa forma.Un dia desperté de una pesadilla horrible..no pude controlarla..no pude.Esa noche no queria dormir,ni la siguiente,ni la otra...me aterrorizaban mis 2 vidas!Por suerte todo en la vida pasa y hoy tengo 36 años y todo está bien..mas o menos!jajajajajaj! Ten cuidado Saya..los sueños engañan,te seducen y te llevan a lugares maravillosos,te hacen sentir al máximo tanto el placer como el miedo..te encantan,pero también te pueden dejar en un estado de irrealidad constante.Hoy en dia todavia hay algún que otro sueño o pesadilla que intenta poseerme, pero consigo provocar mi vuelta a casa..por suerte,eso es lo bueno que me queda después de tantos años de aprendizaje.Fué una bonita época..a veces.Creo que me duró unos 4 0 5 años.Ahora prefiero vivir mi vida "real" para cue algún dia se convierta en el " sueño" de mi vida.
    Te quiere..Eli.

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  3. Tanto los sueños como las pesadillas son puertas a otras realidades, deseos, angustias y a veces sin mas, otra alternativa, es bonito soñar, y recordarlo obviamente, pero aun mas bonito es despertar a la mañana y poder descubrir que tu vida te llena aun mas que la vida que tienes mientras duermes.

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